DANDO RIENDAS SUELTAS A LO QUE SOY
Justo
en el momento en el que creía que había descubierto la piedra filosofal de la
vida, la vida se presenta más presente que nunca para demostrarme lo equivocado
que estaba.
Cómo
me enreda la mente, es increíble lo absorbente que puede llegar a ser y lo
destructora que es cuando caemos en sus garras.
Llevaba
semanas con un dolor físico bastante agudo, y hace unas horas, hablando con una
gran amiga, me hablaba de liberar ese bloqueo enraizándome bien a la madre
tierra.
Ha
sido complejo, pues había mucha resistencia, pero de algún modo me ha servido para
poder canalizar el dolor. Y allí estaba: represesión
creativa. Estaba controlando la
creatividad de mi niño interior. Me había fijado tanto en las prácticas de la
plena consciencia en el ahora, que mi mente me había engañado para controlar el
presente.
Mi
niño estaba totalmente congelado, con las piernas hundidas en grandes bloques
de cemento que le impedía todo movimiento. Ha sido muy duro acceder allí y muy
liberador reconocer esta ilusión infundada por el miedo.
Hacía
semanas que no lloraba así, con lágrimas de descanso que me liberaban de esa
carga tan extrema. Lágrimas de vuelo, lágrimas por volver a sentir a mi niño
interior.
Había
una pregunta que aparecía durante la meditación: «¿Qué es lo que quiero?»
Y
hasta ese momento no sabía responder. Uno cree saber qué es lo que quiere, pero
es muy difícil sentirlo más allá de los condicionantes mentales.
Recibí
entonces esta respuesta: “tu propósito en la vida es compartir lo que
te apasiona”
Pero,
¿qué es lo que me apasiona?
Y
ha sido como viajar en el tiempo hacia mi niñez. Tendría apenas unos 5 años
cuando Manuel pasaba las horas disfrutando pintando, dibujando… dando riendas sueltas
a su creatividad. Cuántas lágrimas para llegar hasta allí, cuánta compresión ha
brotado de nuevo. Lo hacía por mí, no había una pretensión especial, ni si
quiera intentaba agradar, aceptación o que mi obra gustara. Era un instrumento
para mi Ser, donde entre folios, lienzos y pinturas se expresaba. Expresar la
creatividad sin más.
El
dolor apenas está, he vuelto a sentirme vivo, a dejar de controlar este momento
y comenzar a ser yo mismo. Gracias por estos momentos tan… increíblemente reveladores.