LA DANZA ANCESTRAL
Es
una gran alegría sentir el cuerpo por dentro. Es como entrar en una nube de
algodón y flotar suavemente. Respiras con mucha atención dejando que el aire,
al inspirar, entre en el cuerpo, y al espirar sientes mucha gratitud. El cuerpo
responde relajándose y las multitudes de células que lo conforman brillan a
través de una danza ancestral. Es el milagro de unir espíritu y materia,
conciencia y cuerpo. El misterio se revela un poco más.