Y SI POR UN MOMENTO LO DEJARAS TODO
Esta
mañana, mientras corregía unos escritos, puse el vídeo que comparto más abajo. La
música comenzaba a sonar y junto a ella, se desplegaba todo un mundo de
recuerdos y sensaciones. Eran las imágenes en movimiento que acompañaban el
vídeo lo que me hizo volver a sentir las vivencias que a lo largo de estos
últimos años y de forma espontánea en meditación aparecían.
Sinceramente
me he emocionado, porque no nos podemos dar cuenta de la importancia que atañe
el poder que tiene el ser humano para transformar su entorno: el mundo. Si por
un momento lo dejásemos todo: preocupaciones, enfados, estrés, prisas… y nos
permitiéramos sentir lo que realmente somos: Amor puro. En cuestión de pocos
días habremos salido de la crisálida en la que aún nos encontramos, para dar
paso a toda una experiencia reveladora.
Aún
recuerdo a mi familia en el nuevo mundo al que vamos. Aparecen amigos de ahora,
todo más bello, con una elegancia que envuelve al corazón con aroma a flor. Todos
compartimos una misma conciencia y ésta se manifiesta con un estado de Ser en
su conjunto, pues la presencia lo abarca todo. Nos miramos y ya sabemos qué
pensamos y sentimos, de ahí que la comunicación sea a través del corazón. Recordemos
que el nuevo mundo está en sintonía con el 4º centro energético, el vórtice que
unifica la materia con el espíritu. Es un salto hacia la compasión y el respeto
por la vida para permitir un juego nuevo, empezando desde el origen.
Continúo
observando estas imágenes, y mi alma se regocija diciéndome: «no te preocupes Manuel, pues muy pronto lo
lograréis. Continuad así, expandiendo el mensaje de amor».
Recuerdo
a los niños jugar; todo es risa. Se mueven como quieren y cuando quieren. No hay
límites pues la presencia del creador lo envuelve todo. El entorno es idílico,
pues forma parte de la belleza que expresa el Ser en acción. Cada ser comparte
su trayecto: unos hablan, otros crean flores de la nada, unos guían, otros cantan…
y todos ensimismados viendo transformar la creación a nuestro antojo.
Qué
difícil es poder compartir todo esto sin auto-juicios de visionario, soñador o
loco empedernido. Pero qué más da cuando lo que impera es el sentir del alma
que despierta y se asoma a través de este cuerpo, en apariencia tan frágil y
limitado. Respiro profundamente desde mi pecho y sé que lo que siento es real,
existe ya en otro plano y ahora, en este, lo estoy creando.
Os
acompaño en este viaje y os animo a que por muy dura que se os presente la
vida, recordad que nos estáis solos, que hay todo un Universo que os arropa
para que de una vez por todas cumplamos nuestro propósito haciendo de este
mundo un milagro.