GRACIAS FAMILIA DE CO-CREADORES
Extraordinaria
mañana la que viví ayer en el taller de Co-creadores
de Milagros que impartí en mi ciudad natal. Fue algo muy espacial lo que
ocurrió durante las horas de intensas prácticas que me permitió crecer un
poquito más.
Co-creadores
de Milagros nació hace varios años como extensión de mi propio proceso de
crecimiento transpersonal. Ya que a medida que evoluciono también lo hace este
taller. Lo curioso de este último encuentro ha sido la parte final, pues apareció,
gracias a la gran ayuda de mis guías, una práctica que durante estos años sentía
que faltaba: la maestría del espíritu en
la materia a través del Alma nativa.
Desde el inicio
he tenido muy claro el propósito de estos eventos: tener una experiencia real con el Ser interior. Sé que hay muchas
formas para hacerlo, y estoy convencido que todos lo hemos sentido en muchas
ocasiones. Pero, desde mi visión como Manuel, Co-creadores de Milagros es como
el nacimiento de un hijo. Un regalito que voy forjando con mis manos y desde mi
experiencia. Sin duda es muy mío :)
Realmente es
apasionante llegar a este punto, pues me llena de alegría y no puedo evitar
emocionarme. Para los que me conocéis y sabéis lo duro que ha sido este
trayecto, es todo un privilegio estar donde estoy ahora. Sólo puedo decir
con lágrimas en mis mejillas: ¡Gracias
familia!
Doy las gracias
a mi esposa por sufrir tanto conmigo, por aguantar a este loco empedernido que
se dejó guiar por esta llamada tan fuerte e inexplicable para la familia. ¡Cuánto sacrificio mi amor!
Gracias a
mi madre por su sobrehumana paciencia. ¡Lo
siento mamá, no ha sido nada fácil romper con lo establecido!
Gracias a
mis hermanas por su incondicional apoyo, porque sin su presencia y ayuda no
estaría aquí.
Gracias a
todos los amigos que desde mi nacimiento han estado acompañándome para
despertar lo mejor de mí. ¡Gracias con
todas mis fuerzas!
Y gracias
a las tres almas valientes que en esta vida han querido volver a nacer con el
papel de mis hijos. Sois mi fuente de sabiduría y compasión. Me enseñáis a
reconocer los vínculos invisibles y el auto-perdón, la inocencia, la alegría y los
gritos. Ante todo: a ser auténtico y honesto desde lo humano. ¡Papá os ama con locura!