CONVERSANDO CON MIS GUÍAS. LA ENFERMEDAD
Comparto la hermosa respuesta que me dieron mis Guías sobre la enfermedad. Después de una gran discusión, a las pocas horas sintomaticé un dolor de garganta de caballo. Lo primero que hice fue darme una sesión psicoemocional para tomar consciencia de lo ocurrido y atravesar el programa mental que se había proyectado en esa situación. Como ya sabéis, atravesamos el duelo haciéndonos 100% responsable de lo ocurrido hasta que realmente sentimos que estamos en paz:
M. ¿Podéis ayudarme a acelerar el proceso de recuperación. Me molesta la garganta?
G. Ven, abre tu boca y deja que la mariposa transmute todo tu malestar en coordinación (es la visión que me mostraron para descodificar mentalmente la energía con la que estaban trabajando). Ahora mismo tus células están desequilibradas, confusas, no saben hacia dónde ir, la mariposa las guiará. Observa cómo se ordenan tus células. Empiezan a respirar, a calmarse, a serenarse, a recordar quienes son, a operar en su función. De lo contrario están perdidas y trastornadas.
Siéntelas. Cuando hay enfermedad es porque tus células están alteradas, desordenadas, estresadas. Los pensamientos que sostienen tu cuerpo están en desequilibrio. No saben, están nerviosas. Tienen que recordar cuál es su función y debe ser de coordinación. Eso es. Cuando están tranquilas hay salud, porque mentalmente hay reconocimiento de unidad, de la Paz de Dios. Cuando están alteradas hay enfermedad, porque los pensamientos que los sostienen son de caos, separación; cada célula actúa por sí misma, como yoes. Ahí hay caos, malestar y conlleva destrucción. Esa es la enfermedad. Son tus pensamientos las que generan este caos, pero son pensamientos que emites a tus células y que ellas las acogen como verdad, pues tú eres el transmisor de su forma de pensar. Si atacas, habrá ataque.
Ahora, descansa dulcemente. Recuerda la función de la mariposa: impulsar la coordinación a través de su conciencia.
M. Maravilloso. Muchísimas gracias.
Gracias por ser y compartir.
MANUEL GONZÁLEZ